 Lucila Arcuña es Argentina, vive en la bella ciudad de Buenos Aires y seguro no les disgustará que como algo primordial de ella diga que ama a los perros. Ha pasado todas las etapas desde su niñez, adolescencia y madurez incursionando en las artes, dibujo, escultura, diseño de bijouterie, es restauradora de antigüedades, pinta al pastel bellos retratos de sus amigos de cuatro patas y tiene un libro con sus poesías. Retoma su pasión por escribir cuando conoce a Adriano Nunes, y con el aprende las técnicas para dedicarse a las telenovelas quedando efectiva en su equipo de trabajo.
Posee una mente ágil, abierta que la lleva a manifestar que aún tiene mucho por hacer y no quiere pérdidas de tiempo. Es la persona que quiere ser y se aconseja a sí misma no dejar de escribir mientras su creatividad no la abandone ya que se siente muy feliz al hacerlo.
Detesta los números y disfruta de su madurez con sensatez y libertad, está orgullosa de sus éxitos y también de sus fracasos, porque todos le dejaron alguna enseñanza, afirmando que es precisamente de los sufrimientos donde nace la fuerza para levantarse y volver a la lucha, en ese camino dice: “Se encuentra lo que es la felicidad, solo hay que saber sentirla”.
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